lunes, 25 de abril de 2016

Andrés Rivarola Queirolo: Un gran maestro


Andrés Rivarola Queirolo: Un gran maestro

Entrevista de Mara Vacchetta al Dr. Rivarola (1985)






En la Francia Bonapartista un médico de apellido Pinel liberó a los locos que eran atados con cadenas por causa de Ia violencia y Ia peligrosidad de los "cuerdos". En Paraguay, a mediados de la década del 40, el doctor Rivarola trajo un cambio de enfoque en el tratamiento de las personas  alienadas según los aportes de Ia ciencia, del psicoanálisis y de los valores humanistas. Su experiencia al frente del hasta hoy único hospital psiquiátrico estatal  “fue considerada como el primer abordaje de Psiquiatría Comunitaria en Sudamérica por Renato Alarcón, autor de un libro sobre el estado del arte en el continente”.[1] He aquí fragmentos de una entrevista inconclusa, realizada por Mara Vacchetta al doctor Rivarola en el año 1985.

La salud mental en Paraguay

“Cuando yo llegué del Uruguay -se había recibido de psiquiatra allí- los pacientes del asilo eran azotados. Había un tejido de tela metálica que rodeaba el hospital, del cual eran atados los pacientes más agitados. Ese hospital fue construido en un predio donado por la señora Francisca Haedo de Thompson y dirigido por una Comisión de Damas de Beneficencia antes de 1900. Lo encabezaba un médico argentino muy peculiar. Típico de las películas argentinas en donde los médicos psiquiatras están más locos que sus pacientes. Era hipomaníaco y una vez causó escándalo en Villarrica, en una conferencia cuando dijo: “tengo el honor de estar en la ciudad que más locos ha dado al manicomio nacional.” Cuando se percató del estupor de unos y la molestia de otros, concluyó diciendo que eso más bien era motivo de orgullo, pues la gente que transita por los caminos trillados, no enloquece. Se llamaba Ernesto Daniel Andía y entre alguna de sus ideas delirantes, estaba la de la infección focal, según la cual, una persona enloquece a causa de la infección en alguna parte del cuerpo. Muchos hombres quedaron desdentados a causa de que la locura estaba localizada en los dientes y muchas mujeres quedaron sin ovarios. Había llegado como voluntario durante la Guerra del Chaco. En la época de Arturo Bray, se lo envió de vuelta a su país de origen (gracias a Dios).

Desde 1927 el manicomio pasó a depender de la Facultad de Medicina y Cándido Augusto Vasconcellos López fue su director hasta 1930. Vasconcellos es el primer psiquiatra paraguayo, egresado en 1920, en Roma. Fue el primero en sacar las cadenas a los internados. Lo destituyeron por una campaña muy lesiva en su contra, iniciada por un paranoico. Vasconcellos había diagnosticado esa enfermedad mental a cierto sujeto que era abogado. Luego esta persona, que tenía dinero e influencias, generó una red de infundios ampliamente publicitados.

El siguiente fue Vallejos, que después se hizo pediatra pero al que las madres no les llevaban a sus hijos porque era médico de locos, razón por la cual, decidió renunciar a la psiquiatría. Tras él surge el doctor Álvarez, que había sido discípulo de Andía,  y que estuvo a cargo de la cátedra de psiquiatría, de la Facultad de Medicina, desde 1938  hasta hace unos años atrás. Hacia el año 1946, Álvarez se fue a los EE.UU. por un período de año y medio y durante ese tiempo, yo me hice cargo de la cátedra, y a la vez director interino del Hospital. Hicimos algunas cuantas reformas. Cuando volvió  Álvarez, en vista de las medidas enérgicas que tomó, y que implicaban un retroceso, yo renuncié. Desde entonces no volví más.

El Psicoanálisis

En 1942 se fundó en Buenos Aires la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y comenzó de inmediato con publicaciones científicas y de divulgación. El doctor Guillermo Vidal fue el primero en llegar al Paraguay. Era argentino, pero había estudiado medicina en Asunción. Juntos realizamos reformas en el hospital neuropsiquiátrico, en ausencia de Álvarez, quien a su regreso, con su conocida intransigencia, le prohibió a Vidal volver a pisar el hospital. Por eso, y en protesta a esa injusticia, yo renuncié.

En 1943 fui invitado a Buenos Aires a un Primer Congreso de... bueno, ellos no se animaron a llamarle Psicoanálisis. Se largaron a la palestra con gran agresividad y espíritu de cuerpo. Eran todos de la escuela inglesa: Garma (1), Pichon-Rivière (2). El motivo por el cual no se atrevían a autodenominarse freudianos a viva voz, era por el supuesto pansexualismo.

Yo estudié una psiquiatría organicista, pese a que ya había muchas ideas de Freud en el ambiente, no así en la facultad. De todos modos, antes de Pichon-Rivière, no hay nada serio. En aquel entonces yo trabajaba en el Centro de Salud, con Carrizosa padre (3). Cuando salimos, a causa de la politización  del Ministerio de Salud Pública, se fundó el lMESI. Como la cátedra de Psiquiatría en Medicina, a cargo de Álvarez seguía igual, a la Facultad de Psicología de la Católica, le tocó el papel de vanguardia. Actualmente dentro del hospital neuropsiquiátrico, resurge Ia tendencia organicista. Hay siempre un grupo mayor francamente organicista.

En los psicólogos prendió más la tendencia psicoanalítica. Pienso en la responsabilidad de ustedes porque el psicoanálisis no ha sentado aún sus reales. Además, requiere una inteligencia especial en la persona que lo practica y en la que se somete al tratamiento. Yo creo que tiene que darse una etapa de integración. Voy a decir una perogrullada, pero en el ser humano no solo está el factor somático sino también el psicológico y social.
                                                                    
El país, la juventud, el futuro incierto

Estamos en el siglo de la angustia. La inseguridad es sin precedentes. Esto incide en los jóvenes. La  depresión, la angustia, el temor, están en todos nosotros. El insomnio,  antes se trataba de curar con procedimientos mágicos y sin embargo ahora muchos recurren a profesionales. Tenemos más pacientes en el orden de la neurosis. Ahora está entrando Ia droga también. Pero en general hay menos prejuicios contra la psicología y todos los tratamientos psicoterapéuticos. Hay más pacientes de edad juvenil que consultan. La gente joven está sometida a muchas presiones. Ahora por ejemplo está actuando públicamente en contra de sus convicciones más íntimas y eso les trae un desequilibrio. Es de lo más chocante ver a los jóvenes del colegio nacional, a los obreros o a los periodistas, rindiendo homenajes, en actitudes deificantes al dictador Stroessner. Entre pensar que están en contradicción interior o que están convencidos de lo que hacen, prefiero pensar que se encuentran en lucha interna. De otro modo, pensaríamos que son irredimibles.

Los jóvenes de antes

Yo fui presidente del centro estudiantil en los años treinta. En aquella época, las luchas eran más religiosas que políticas: católicos contra anticatólicos. Los católicos liderados por alumnos del Colegio San José y los anticatólicos, por los del Colegio Internacional. A ninguno se nos habría ocurrido participar en los ajetreos de la política, en el sentido de posturas oportunistas. Nosotros decíamos “juventud incontaminada”. Veo con asombro, estudiantes de la escuela secundaria, que ya están afiliados y sometidos a las orientaciones de la Junta de Gobierno. Mi padre era diputado y tenía mucho predicamento con el presidente pero eso no significaba ningún privilegio para mí. Jamás se nos hubiera ocurrido a los jóvenes, como ocurre ahora, recurrir a la influencia de un partido para triunfar en una lucha estudiantil, ni por conseguir cargos de índole laboral. El tema que más agitó fue la defensa del Chaco.

El 23 de octubre

Eligio Ayala (4) manejó la Hacienda del país como si fuera propia, durante más de ocho años, porque fue presidente de 1924 a 1928, y de 1928 a 1932 Ministro de Hacienda. Y  conste que antes de su presidencia también estuvo en Hacienda, tuvo en sus manos los bienes del país y sin embargo murió pobre. En esa época se empezaron a comprar barcos y armas modernas. Los gobernantes tenían la convicción de que la guerra era inevitable. Pero todo ese preparativo se hacía en secreto. La gente no estaba enterada, y la toma del fortín Vanguardia, por Rafael Franco fue la que dio inicio a la agitación social. Era fines de 1928. Por represalia, los bolivianos tomaron Boquerón. Nosotros fuimos movilizados a Concepción pero no estábamos aun suficientemente preparados. Por sugerencia de los países neutrales, se reconstruyó y devolvió a los bolivianos su fortín.

La juventud se inquietaba y era tan activa que la casa del presidente José P. Guggiari (5) fue apedreada el día 22 de octubre del año 1931, al día siguiente los jóvenes fueron al Palacio de Gobierno reclamando la defensa del Chaco. Allí ocurrió aquel trágico suceso por todos conocido, la muerte de los estudiantes en la plaza. Pero el presidente ordenó parar el fuego. Esto lo cuento para mostrar que aunque desinformada, la juventud era más idealista. Tenía rebeldía, tenia inquietudes. Era mucho más sana. No había fines utilitarios en sus móviles.

Docencia al aire libre

En las cuatro plazas, circundadas por el Banco Central, el Hotel Guaraní  y el cine Victoria, nosotros podíamos escuchar hablar a Obdulio Barthe (6), a Oscar Creydt (7) y otros, incluso a los líderes colorados. En una plaza se podía escuchar a Justo Pastor Prieto (8), Efraím Cardozo (9), en otra Pérez Garay, Natalicio González (10). A este último se le debe después el encumbramiento del Partido Colorado.

Los jóvenes teníamos algunos profesores brillantes. Estaba lrala, el padre de Adriano Irala Burgos, que era profesor de psicología en el Colegio Nacional. Otro profesor notable era Juan Stefanich (11). Juntos, con lrala, habían fundado un diario que se llamaba La Nación. Eran realmente líderes de los estudiantes. Eran consultados por ellos, y muy seguidos también.

El movimiento del 23 de octubre tuvo su inspirador en Stefanich. Además, la juventud romántica, estaba inspirada en los ideales libertarios de la revolución francesa. Los hijos de las familias más pudientes iban a estudiar a Francia. Pero no me estoy refiriendo a ellos, sino a cómo las ideas del iluminismo francés encontraban eco y  enardecían a los jóvenes de entonces. Y los llevaban a reunirse, a pensar, a discutir, a escribir y a estudiar. Después de la guerra se extendieron las ideas socialistas. Uno de los más escuchados era un brillante parlamentario llamado Jover Peralta (12).

Las voces se fueron callando

Yo estaba en primer año de medicina, cuando se produjo el histórico 23 de octubre y fue la juventud la que hizo todo aquel levantamiento. La voz de la juventud era respetada y temida. Ahora duele mucho leer lo que se publica en los diarios, de jóvenes de colegios públicos, o jóvenes universitarios, que dedican conceptos elogiosos de clara intención oportunista a ciertos sujetos del poder.

Aquellas voces se fueron callando. Una verdadera domesticación y autocensura y eso es deprimente. Ahora estoy leyendo “Historia contemporánea del Paraguay” de Gómez Freire Estévez, sobre esa época tan oscura de la historia donde se asesinaban presidentes, desde 1870 a 1920. Es sobre la época de la reconstrucción, en que aparecen personalidades brillantes como Gondra (13), Báez (14), F. R. Moreno (15), Manuel  Domínguez (16), etc., e incluso individuos tan sorprendentes como Albino Jara (17). Para mí, uno de los inconvenientes de la juventud es que no conoce la historia. La historia de 30 años atrás, ni la de 20 años atrás. Una juventud sin raíces.

Hoy

Naturalmente, también tenemos un grupo selecto de jóvenes. Son gente que piensa de otra manera y que se está preparando para el futuro. No sé —salvo este pequeño grupo— si podemos contar con la juventud para los cambios que han de advenir. No creo que estén preparados para eso. Podría temerse una etapa de desorientación y caos. Quizá sea  necesaria una etapa de transición, como en España, pero… ¿con quiénes? No hay que olvidar que desde el año 36 la casta militar se ha adueñado del poder y es casi imposible destruir una casta, porque se van renovando. Cae el Coronel, sube el Mayor, y así siguen. Esa es una de las mayores desgracias de nuestro país. Pensemos en todo lo desgastante para un país entero en cuanto ataque a sus valores, el ejercicio  arbitrario del poder durante cincuenta años. Ataca especialmente a la juventud que crece con un modelo equivocado, en donde triunfa el que adula.

Mañana

Pienso que el Febrerismo podría ofrecer a los  jóvenes descontentos un buen contexto para sus acciones e ideas. Mucha juventud está más o menos resguardada debido a que sus hogares han sabido conservar y practicar valores e ideales. Para esa gente creo que el Febrerismo podría  ofrecer ideas modernas y una práctica más racional de la política. Como te decía antes, mucha gente está afuera y se está preparando para lo que vendrá: ellos están en el exterior. No hay que olvidar —la historia es gran maestra— que tanto Eligio como Eusebio Ayala (18), y Gondra también, tuvieron que venir de otros países para hacerse cargo de la República".

Asunción, abril de 1985


Referencias:
(  1) Ángel Garma (1904-1993),  padre y  fundador del psicoanálisis en la Argentina y responsable de la entrada del discurso psicoanalítico en Latinoamérica.
(  2) Enrique Pichon-Rivière (1907-1977), uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina y generador de la teoría de grupo conocida como grupo operativo. Miembro fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). En la década del 50 participó en la creación de la primera escuela de Psicología Social. 
(  3) Agustín Carrizosa, padre. Psiquiatra y psicoanalista. Miembro fundador y director clínico y académico del Instituto Médico Psicológico (IMESI).
(  4) Eligio Ayala, fue presidente del Paraguay durante dos periodos: de 1923-24 y de 1924 a 1928.  Murió pobre en un duelo pasional, en una situación que hoy bautizaríamos de irrelevante. Se lo recuerda por su probidad en la administración pública y por sus ideas humanistas.
(  5) José P. Guggiari. Presidente del Paraguay de 1928 al 32. Ante la aparente falta de reacción de los paraguayos por la invasión de Bolivia en tierras del Chaco, una muchachada  estudiantil fue a protestar frente al palacio de gobierno y  rechazada a tiros resultando la muerte de varios estudiantes. Guggiari renunció a la presidencia ante el Parlamento y luego de ser juzgado y absuelto, volvió al sillón de los López.
(  6)  Obdulio Barthe (1903-1981), dirigente comunista de gran fuerza oratoria. Participó con entusiasmo del gobierno revolucionario del Coronel Franco (1936).  Una vez que lo deportaron en 1954, fue a Guatemala donde se habría sumado a la defensa del gobierno contra Castillo Armas luego de la caída de Jacobo Arbenz. Volvió varias veces al Paraguay en forma clandestina. Participó en congresos de Moscú y China y en preparativos de varias columnas guerrilleras para invasiones contra el gobierno de Alfredo Stroessner desde la Argentina.
(  7) Oscar Creydt (1907-1987),  abogado, escritor, profesor y comunista paraguayo.
(  8) Justo  Pastor Prieto (1897-1982), abogado, sociólogo, docente. Una de las mayores  personalidades universitarias del Paraguay.
(  9) Efraim Cardozo (1906-1973), historiador y catedrático.
( 10) Natalicio González (1897-1966), presidente del Paraguay de 1948 a 1949. Ensayista de obra profunda, compleja y polémica,  en su desempeño político sin embargo dirigió a los “guiones rojos” un grupo armado de vándalos que le había allanado el camino al poder.
( 11) Juan Stefanich (1889-1976) abogado, político y periodista paraguayo.
( 12) Jover Peralta (1895-1971) poeta, ensayista, sociólogo, socialista, lingüista y especialista en lengua guaraní.
( 13) Manuel Gondra. Presidente del Paraguay de 1910 a 1911.
( 14) Cecilio Báez. Presidente provisional del Paraguay de 1905-1906. Escritor de ensayos jurídicos e históricos.
( 15) Fulgencio R. Moreno (1872-1933), periodista, financista, hombre de Estado y uno de los más serios investigadores de la historia del Paraguay.
( 16) Manuel Domínguez (1868-1935), periodista, destacado orador, defensor de los derechos del Paraguay durante la guerra del Chaco.
( 17) Albino Jara, a los 34 años fue el presidente más joven que tuvo el Paraguay, en 1911. Le llamaron “el varón meteórico”. Fue una especie de Robin Hood. Protagonizó tantas revueltas políticas con tiros y cañonazos, que al oír tronar la gente se preguntaba: "¿Péa pa ára, terapa Jara?”  O sea: “¿es el tiempo ó es que viene Jara”?
( 18) Eusebio Ayala (1875-1942) Presidente del Paraguay en 1936. 
   19) Boccia Romañach, Alfredo y Boccia Paz, Alfredo. Historia de la medicina en Paraguay. Servilibro, Asunción, 2011. 558 p.

lunes, 18 de abril de 2016

Objetos de necesidad y objetos de deseo y los tiempos que corren





Objetos de necesidad y objetos de deseo y los 

tiempos que corren
por Hugo Espínola Morel

Había escrito un primer trabajo para este Encuentro (trabajo al  que me referiré a continuación) , donde hablaba del deseo , la adicción y la crisis de la autoridad paterna y  cómo estos  operaban . Lo cual  me llevó a investigar conceptos muy , muy de la primera época del desarrollo del psicoanálisis, que según mi entender explican adecuadamente el asunto , sin mayores embrollos. No obstante, algo ya me daba mala espina, algo  no encajaba del todo, hasta que lo presenté a Mara y ella me sacó de la duda que me causaba inquietud ,  de un sopetón – me dijo sin más ni más- “ mirá querido , ellos están en la segunda clínica de Lacan y vos estás presentando la Traumdeutung”. Me lo dijo  con justa razón  que era de Perogrullo el tema. Ahí caí redondito y me dije – “Hugo te quedaste en el tiempo, como si el tiempo validara lo reciente como nuevo y más eficaz”..

Esto me llevó a un recuerdo de la época de mi infancia, donde ingenuamente pensaba que si corría tan  rápido tan rápido - y ciertamente lo hacía creyendo que llegaría en un momento en un tiempo antes de salir-,  estaría en un tiempo pasado. Entonces controlaba con reloj el tiempo de salida y de llegada y siempre quedaba decepcionado porque no pasaba nada. Vaya ingenuidad, que no sé si ahora soy más ingenuo que antes!.

Esta cuestión de los tiempos que corren y del tiempo mismo es un tema que quiero tocar, tomando como referencia  bibliográfica al último y seguro que mejor _ porque lo último es lo mejor según los consumistas -  trabajo de Jacques- Alain Miller  “Todo el mundo es loco”.  Y  no es que dude de que sea el mejor, de hecho su lectura es muy placentera porque uno no necesita tener el diccionario de Psicoanálisis Lacaniano para leerlo, pareciera despojado de conceptos tan difíciles y lo aborda desde la cotidianeidad de la vida sencilla.

Los objetos de necesidad y los objetos deseo siempre estuvieron presentes en la vida de las personas, en todas las épocas, sólo que ahora hay más objetos de deseo que de necesidad. Tal vez haya más necesidad de mantener al deseo taponado, cosa que no ocurre. Al contrario esta búsqueda de obturar el deseo,  es directamente proporcional a los objetos que compramos. Es decir a mayor cantidad de objetos más vacíos nos sentimos. Pero esas son las reglas de juego, caso contrario te quedaste en el tiempo y te miran como si fueras un bicho raro.

El tiempo, parece que es un condimento que se agrega ahora a los objetos nuevos de deseo. Los tiempos corren y no podemos perderlo, tenemos que correr a la par del tiempo o mejor más rápido que el tiempo. Las cosas se miden por el tiempo. Una vez fui a una tienda a comprar una computadora , y el vendedor después de mucho explicarme que tal máquina era mejor porque era más veloz  -  “ésta tiene 2 gigas y esta otra 4 gigas” “¿, y esto que significa?”,le había preguntado,y me respondió que no necesitaba esperar tanto tiempo para descargar un video, no tengo que esperar ver girar y girar el circulito en la pantalla , de un flash tenés la información - , o sea ahí está otra vez el tiempo, el tiempo que corre. Lo inmediato es lo mejor.  También me acuerdo cuando miraba trabajar a mi padre en la carpintería, los trabajos duraban mucho tiempo, porque eran artesanales y sus clientes debían estar munidos de mucha paciencia, que generalmente no tenían y papá terminaba perdiendo algunos clientes porque todos siempre estaban apurados, competían con el tiempo. Hasta los medicamentos ahora están medidos en su eficacia por el tiempo, así hay medicamentos de acción inmediata y esos son los más requeridos  y mejores.

Esto es preocupante para nuestra técnica psicoanalítica, pues ella  no está  del lado del corto- placismo, pero ¿será que nuestra sociedad estará munida de la paciencia para escucharse a sí misma,  puesto que corre a la par del tiempo o más rápido que él?. Rápido  tal vez como aquella idea mía de mi infancia, cuando  pretendía ingenuamente que la velocidad me llevaría a  un tiempo atrás. ¿por qué  nosotros como sociedad tenemos esa premura de vivir como si fuésemos  a escapar y a escondernos  de algo, como si el tiempo estuviese por acabarse?.

Lo cierto es que los tiempos corren, y debemos acompañarlo, producir más rápido, comer comida rápida, leer más rápido, hasta pensar más rápido, no detenerse. Detenerse es sinónimo de atraso. Esto piensa generalmente el hombre de a pie de las grandes  ciudades. Cuando uno va por el interior de Paraguay, basta con pasar por la Cordillera, donde está la imponente basílica de la Virgen de Caacupé, para sentirse como si el tiempo se detuviera. Las personas, sentadas apaciblemente frente a sus casas tomando tereré, viendo pasar una que otra carreta que perezosamente se desplaza, desafiando al tiempo. No importándole quien está apurado, sólo va, sabiendo que igual llegará a su destino.

Vemos entonces que a los objetos de deseo debemos darle un valor agregado: cuando más rápido produzca esa fugaz satisfacción, mas rápido será necesario buscar otro objeto. Ésa es la trampa del mercado, la tecnología y el capitalismo.Taponar y destaponar el deseo, en un juego perverso de tenernos atado al consumismo, a la adicción de los objetos parciales, que se reproducen a una velocidad cada vez más asombrosa.

Este es un tema para el psicoanálisis, - dice Miller -porque en el psicoanálisis hay que tomarse el tiempo, hay que tomarse el tiempo de ir, eventualmente , el tiempo de esperar en la sala de espera, hay que tomarse el tiempo de la sesión, el tiempo de volver y además , como dice Lacan , para que llegue a un resultado, hace falta tiempo. Y en los tiempos que corren ¿tenemos tiempo? . Allí está justamente el elemento que parece antiguo en el psicoanálisis. Pareciera que los psicoanalistas no tienen lugar en la civilización actual, Baudelaire hablaba de la brutal dictadura del tiempo.

En este punto creo tener la oportunidad y no puedo dejar de nombrar a un gran psicoanalista paraguayo, César Medina. Aunque no lo conocí , pero sí he leído algunos trabajos suyos muy buenos, sobre cómo la autoridad paterna ,reguladora del deseo cumple una función tremendamente importante y que cada vez se diluye mas a causa de un corto- placismo perverso que impone el mercado con su slogan de “goza ya” , no esperes , que los tiempos corren.

El fundamento de la autoridad de la ética para el psicoanálisis, parte del hecho de que toda autoridad se ejerce en nombre de un principio de restricción.  El padre es en su fundamento el agente de una ley restrictiva y reguladora.

Sabemos que las estructuras clínicas se constituyen a consecuencia de la incidencia del lenguaje sobre el cuerpo viviente y que ellas responden a una necesidad de aparejar y regular el goce en el campo del otro. Ellas son el efecto, como diría Freud, de una exigencia civilizante de la satisfacción pulsional. El precio de este mandato es el de que el objeto pleno y adecuado al goce pulsional se presente al sujeto humano como perdido y faltante

“La autoridad paterna , como agente que promueve el deseo, se presenta como algo ultrapasado y estúpido. Para qué respetar e idealizar a aquel que nos impone la regulación del deseo, la fantasía, la invención, la falta, la espera y todos esos conflictos, si todo se puede comprar, adquirir, producir. Inclusive para qué preocuparme en fantasear lo nuevo, que mi subjetividad y particularidad podrían crear, si el propio mercado me satura diariamente con cosas nuevas y me ofrece un cierto goce pulsional inmediato y a mano. Lo nuevo ya viene  Pret-a porter”.

El lenguaje, con su sistema simbólico, nos abre un cierto infinito de posibilidades y por otro lado la responsabilidad de escoger y delimitar nuestros impulsos. Debemos hacernos cargo así de un psiquismo, de una subjetividad deseante y responsable. Así la pulsión es el efecto de la captura del goce en el sistema simbólico de las palabras(los significantes). El deseo es el efecto de la intervención de la autoridad paterna en el campo pulsional de las satisfacciones

Bueno queridos amigos y colegas, espero no haberlos aburrido y decepcionado porque no han encontrado algo nuevo o sofisticado. Y en honor a que los tiempos corren, ya no les robo más de su tiempo pues debemos seguir para adelante aunque sin dejarnos llevar o devorar por la  inercia de la  velocidad con que transcurre todo.



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lunes, 11 de abril de 2016

Mentiras verdaderas en la Histeria



MENTIRAS VERDADERAS EN LA HISTERIA

por Dolly Sosa


En este trabajo empezaremos desde los albores del psicoanálisis, cuando el insigne Sigmund Freud se encontró con que había un campo intermedio entre sucesos no  acontecidos más no por ello falsos. Este dilema, este no-lugar, este obstáculo epistemológico aparentemente insalvable,  dio lugar a uno de los descubrimientos más insólitos  del siglo XX: el inconsciente.

El discurso sobre el Inconsciente siempre ha sido incómodo porque se trata del unbewusst (voz alemana que significa  lapsus,  error, traspié,  caída de un  discurso bien configurado, ect ) y aún hoy se discute si tiene espacio  en el seno de los discursos científicos. El psicoanálisis no es ciencia dicen, pero aún así no  podría existir sin relación a ella y además tampoco la  ciencia  es autónoma  respecto del sujeto del inconsciente: “ el sujeto en cuestión sigue siendo el correlato de la ciencia, pero un correlato antinómico puesto que la ciencia se muestra definida por el no-éxito del esfuerzo para suturarlo (Escritos, Ciencia y Verdad).

Comenzamos nuestra exposición con los guiños de luciérnagas que le hacían los síntomas histéricos a nuestro investigador vienés, guiños que desorientaban y enloquecían a eminencias del saber desde los comienzos del mundo , al punto de creer que tales síntomas eran asuntos infernales.


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El misterio de las  histéricas trastornó  a sabios desde los tiempos del griego Hipócrates ( siglo V a.c.), pasando por la Edad Media en que se creía que las histéricas estaban endemoniadas ( recordemos la extraordinaria novela “Los demonios de Loudum” , de Aldoux Huxley), hasta incluso los tiempos actuales en que se leen en anales del  American Psychologycal Association, o en decenas de artículos como en el  False Memory Syndrome" donde constatamos cuán desorientados están los gringos quienes  buscan como saber científico aquello que desde Freud sabemos escapa de dicho saber!!! Es justamente este problema del saber que se escapa del saber, el que dio origen al psicoanálisis!!.

En  “Estudio comparativo entre las parálisis motrices orgánicas e histéricas”  Freud  verificaba que estas últimas no respetaban la anatomía y muchas veces se presentaban "en contradicción con las reglas de la parálisis orgánica cerebral". El recorte que la parálisis histérica hace sobre el cuerpo no sigue las reglas de la anatomía sino el recorte del lenguaje común: "es la concepción trivial, popular, de los órganos y del cuerpo en general la que está en juego en las parálisis histéricas, así como en las anestesias, etc." (Freud, Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva). La conclusión de Freud es que puede haber, entonces, "una lesión funcional sin lesión orgánica concomitante (...) la lesión de la parálisis histérica será, entonces, una alteración de la concepción (representación); de la idea de brazo por ejemplo" (íbidem).

¿Se enferma entonces una persona a causa de la palabra y el lenguaje? Porque es clarísimo que acá el real no se comporta de acuerdo al saber que la anatomía y la fisiología tiene del mismo!! ¡¡Y tampoco se trata de que la Ciencia se equivoca ni que la parálisis corresponde a otra anatomía patológica!! Es que el inconsciente es verdaderamente el unbewusst, o sea “la metida de pata”, el “error”, lo “escondido” y hasta lo  unheimlich” o el fondo siniestro de tan desconocido!!  "La lesión sería entonces la abolición de la accesibilidad asociativa de la concepción del brazo. Este se comporta como si no existiera para el juego de las asociaciones (...) el órgano paralizado o la función abolida están envueltos en una asociación subconsciente provista de un gran valor afectivo, y se puede mostrar que el brazo se libera tan pronto como ese valor afectivo se borra" (Íbidem).

Lo que Freud nos trae es una verdad bastante incómoda para los científicos: que en el caso de los síntomas histéricos, el saber se basa en la singularidad de cada historia, dicha ésta al ras de las palabras y que arreglar el problema será según el operativo de la escucha para desanudar aquella palabra que no está integrada dentro del circuito asociativo del pensamiento del /a enfermo/a. Escuchando Freud se encontró con que estos síntomas histéricos tenían naturaleza sexual. Esta novedad que Freud sostuvo  (descubrimientos sobre la sexualidad inherente a los eventos que iba interpretando) le significó el ostracismo respecto del mundo académico . Y más aún el papel de la sexualidad en la vida del infante.  Desde luego estaba también la vigorosa voz del filósofo Nietzsche:  "el grado y la naturaleza de la sexualidad de un hombre se manifiesta hasta en las cúspides más elevadas de su espíritu", pero esta aseveración sólo es creíble después de  Freud.



Como veremos en la nutrida correspondencia con su amigo Fliess, nuestro esmerado y angustiado escribiente  pronto llegó a la decepción de que los  recuerdos infantiles  donde sus enfermas acusaban de perversión al padre,  no eran necesariamente realmente acontecidos. Que no correspondían a hechos fácticos! Allí le escribió a su inseparable ( en aquella época) amigo Fliess en 1897 “Ya no creo en mi neurótica”

“Ya no creo en mi Neurotica. Pero es probable que eso no se entienda sin una explicación; tú mismo habías considerado creíble lo que yo te pude relatar. Por tanto quiero comenzar históricamente con el origen de los motivos para la falta de fe. Los continuos desengaños en los intentos de llevar a un verdadero término algún análisis, la huída de las personas que por un tiempo habían sido las más involucradas, la ausencia de los éxitos plenos, con los que yo había contado, la posibilidad de explicarme los éxitos parciales de otro modo, de manera común y corriente: he aquí el primer grupo [de motivos]. Después, la sorpresa de que en todos los casos fuera necesario acusar de perversión al padre, sin excluir al mío propio, la apreciación de la frecuencia inesperada de la histeria, donde en cada caso se conserva la misma condición, mientras que, en cambio, es poco probable una correspondiente frecuencia de la perversión contra niños. (La perversión tendría que ser muchísimo más frecuente que la histeria, porque la enfermedad solo aparece allí donde los eventos se han acumulado y se ha agregado, además, un factor capaz de debilitar la defensa.) Luego, en tercer lugar, la comprensión ya segura de que en el inconsciente no hay signos de realidad, de manera que no se puede distinguir entre verdad y ficción investida de afecto. (De modo que solo restaba la solución de considerar que la fantasía sexual recurriría regularmente al tema de los progenitores.) Cuarto, la consideración de que, [aún] en la psicosis más profunda, no trasciende el recuerdo inconsciente, de modo que el secreto de las vivencias juveniles no se hace patente ni en el delirio más confuso. Cuando así se ve que lo inconsciente nunca supera la resistencia de lo consciente, de igual modo se reducen las expectativas de que en el tratamiento pueda ocurrir a la inversa, hasta llegar lo consciente a domar por completo a lo inconsciente. Bajo estas influencias llegué a estar dispuesto a renunciar a dos ideas, a la solución completa de una neurosis y al conocimiento seguro de su etiología en la niñez…." ( Los subrayados son de la autora de este trabajo)

“….. Mi conferencia sobre la etiología de la histeria en la Sociedad Psiquiátrica tuvo un recibimiento muy frío por parte de esos burros. Kraft Ebing me dijo que parecía un cuento de hadas científico. Eso que yo les estaba aportando una solución para un problema de más de mil años de antigüedad, una fuente del Nilo"

Imaginemos la sorpresa ante sus hallazgos y la soledad teórica de Freud: por un lado la indiferencia de sus colegas ( fíjense la ironía de Kraft Ebing, que en aquella época era todo una eminencia), por otro lado la sospecha de la sociedad victoriana por meterse en asuntos tan desagradables como el discurso sobre la sexualidad. Y si por si fuera poco ¡ se topa con que los relatos de las histéricas no tenían realidad fáctica! Al igual que las parálisis histéricas: no tenían base neurológica!!! Entonces él se encuentra en el “terreno de nadie”, en un terreno jamás hollado por inteligencia alguna!!! Él ,un hombre científico! Heredero del iluminismo más aristocrático de su época!! ¡Tener que reconocer un evento que sin tener facticidad,  sin haber ocurrido  ¡tampoco  era falso!!  Como tampoco eran falsas las parálisis, pese a no descansar en haces nerviosos ni sinapsis neuronales Se encontró con un campo absolutamente inexplorado y concluyó con que : si bien no son eventos empíricamente acontecidos Tampoco son fraudulentos ni fingidos ni adulterados ni tergiversados!!  Entonces, con el genio al que pocos llegaron, como un nuevo Prometeo nos trae una nueva dimensión pues descubre “la fantasía inconsciente”, la “realidad psíquica” . O sea, algo que no está en la realidad exigida por el Positivismo.  NO está en los hechos acontecidos reclamados por el Empirismo!!  Sino que está…..en una dimensión nueva   !!el inconsciente!!!

Freud entonces abandona la teoría de que la  seducción haya acontecido concretamente en la vida del sujeto, en favor de la de “realidad psíquica” y la “fantasía inconsciente “ con ello hace nacer un nuevo objeto teórico en el mundo de las ideas     ( el Inconsciente)  y comienza el discurso del Psicoanálisis.

En el Manuscrito L que acompaña a la carta 61 a Fliess  dirá que las fantasías inconscientes  "son establecidas por medio de las cosas que fueron oídas y que se valorizan con posterioridad, y así combinan lo vivenciado y lo oído, lo pasado (de la historia de los padres y antepasados) con lo visto por uno mismo. Ellas son a lo oído como los sueños son a lo visto".

En el manuscrito M (anexado a la carta 63 a Fliess, con fecha 25 de mayo de 1897) . La formación de fantasías acontece por combinación y desfiguración, análogamente a la descomposición de un cuerpo químico que se combina con otro. Y en efecto, la primera variedad de la desfiguración es la falsificación del recuerdo por fragmentación, en lo cual son descuidadas precisamente las relaciones de tiempo. Así, un fragmento de la escena vista es reunido en la fantasía con otro de la escena oída, mientras que el fragmento liberado entra en otra conexión. Con ello, un nexo originario se vuelve inhallable".

Desde entonces , la obra de Freud se abocará a dar cuenta y formalizar – de ser posible-  este saber marginal, que opera en la singularidad constitutiva de cada serhablante .


¿Y CÓMO ESTAMOS EN LA ACTUALIDAD ANTE EL TEMA DE LA VERDAD?


Estamos viendo entonces, cómo Freud no se encontró corroborando las verdades científicas (como tal vez habría sido su deseo) , ya que él era hijo de la Iluminación. Una época en que todavía se creía a pies juntillas la aseveración que nos viene desde Aristóteles de que la verdad apunta a la adecuación del intelecto con la cosa: “ Adaequatio rei et intellectus". 

Freud se encontró “con las manos en la masa” con un descubrimiento muy incómodo: cuál es que lo que le interesa al humano en tanto humano, es que en la verdad hay un encuentro imposible entre el sujeto cognoscente y la cosa a ser conocida. El fracaso acecha en todo momento y de todos lados. La sutura imposible, producida por el retorno de lo que quedó afuera de la ansiada  “adaequatio”. El efecto “sujeto” será siempre esa inadecuación, esa desarmonía, esa no-sutura.

VeamosLacan dice:   “ el sujeto en cuestión sigue siendo el correlato de la ciencia, pero un correlato antinómico puesto que la ciencia se muestra definida por el no-éxito del esfuerzo para suturarlo" (Escritos I . Ciencia y Verdad).

Bien! Será por ello que nos viene a los psicoanalistas la fama de subversivos, pues en todo enunciado científico buscamos nó precisamente lo que cierra sino lo que abre.      Es decir, aquello que falta, aquello que incomoda y que será indudablemente la causa de que el humano es un ser de búsquedas.  “Mi alma es un vaso que sólo se llena con eternidad”, dice Amado Nervo.  Así, colocaríamos nuestras búsquedas de unir lo real con lo simbólico en una campana de Gauss, donde el encuentro se remite siempre a un màs allá utópico,  asintótico….

Veamos un ejemplo de lo que creía un hombre de ciencia en la época del optimismo con la Ciencia perfectible hasta llegar al “saber absoluto”: Decía Laplace: "Una inteligencia que conociera en un momento dado todas las fuerzas que actúan en la naturaleza y la situación de los seres de que se compone, que fuera suficientemente vasta para someter esos datos al análisis matemático, podría expresar en una sola fórmula los movimientos de los mayores astros y de los menores átomos. Nada sería incierto para ella y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante su mirada".

Difícilmente hoy tengamos un científico con tanta fe en el desarrollo de las ciencias, en una época en que cayeron tantos mitos, incluso hoy ya no tenemos manera de contabilizar tantas estrellas con un infinito en expansión y con una “materia oscura” que humildemente no se sabe en qué consiste. Pareciera que el Psicoanálisis,  podría servir como un complemento de la Ciencia (complemento en el plano humano)  pues hoy en día no hay ningún científico pensante que no haya relativizado sus dogmas y que no  reconozca – después del observatorio astronómico satélite  Hubble -  que con cada nueva fórmula matemática espléndida que descubre, constata al mismo tiempo  que hay un real que se le resiste.