domingo, 29 de mayo de 2016

Fernando Bachero ó lo oculto que sale a la luz

Fernando Bachero o lo oculto que sale a la luz

por Mara Vacchetta Boggino





Fernando Bachero es un artista difícil  y ferozmente impactante. Mayormente dibuja en cartulina blanca y hace y sombrea sus trazos con lápiz negro. Él ahonda hacia una realidad que a nuestros ojos de simples mortales  nos está vedada. En efecto, son figuras muy próximas y familiares a nosotros y nuestras vivencias pero finalmente, no son de nuestro mundo.    Yo diría que Bachero ahonda en un estilo que reverbera en lo ominoso y desde lo horripilante él nos ofrece sus mejores obras. 


Lo ominoso




Sigmund Freud dice que lo ominoso, lo abominable, es una dimensión que de tan cercana  y familiar no la captamos como nuestra. Como bien nos señala el maestro vienés, en su muy curioso capítulos titulado “Lo siniestro” ( Das unheimliche)  por más de que la Estética no se circunscriba a la ciencia de lo bello - pues es doctrina de las cualidades de nuestro sentir-  el ámbito de lo que provoca angustia y horror, suele descuidarse en los tratados de Arte o casi silenciado como marginal. Esto dice Freud en 1919, no obstante ahora notamos que al lado de lo bello, lo grandioso, lo atractivo, hay una tendencia cada vez más extendida de que la Estética se ocupe de los sentimientos provocados ante lo contrastante, repulsivo y doloroso. 

Es probable que esta orientación que se constata cada vez más en las salas de exposiciones tanto en Asunción como en el mundo, sea por la  amenaza de catástrofes como nos advirtiera Noam Chomski  En efecto, Chomski profiere   alarma de que el calentamiento global por  el ataque al medioambiente, es tan destructivo y fatal como la hecatombe atómica.  Entonces, se torna menos infrecuente  que los artistas, los creadores todos – que vislumbran “un poco más allá” de la realidad cotidiana- nos inunden con películas y otras manifestaciones visuales y sonoras, de alto contenido angustiante.  


Arte y juego



Freud también nos dice, en “El poeta y la fantasía” del rol lúdico del Arte, en el sentido de que éste  nos ayuda a elaborar ansiedades y anhelos no cumplidos y sueños irrealizables. Freud compara el trabajo del poeta al juego del niño quien así elabora sus temores y dolores y ejerce un dominio ilusiorio sobre la realidad. Esa misma técnica le adjudica al poeta quien permite a su audiencia que muchas de nuestras exitaciones en sí penosas, se conviertan en vivencias placenteras.  Cuántas veces arrojamos la carga demasiado penosa de la vida ( vivimos en un valle de làgrimas, rezan las letanías de  las viejas católicas) en el  disfrute  de películas cómicas y los programas de humor!! Es que Freud nos enseña a que el Yo no renuncia nunca  a su fuente de satisfacción  sino que la suple por otra experiencia que su cultura y sociabilidad le permitan. Pero sepamos que el placer de hoy es mero subrogado del placer anterior. El artista –dice Freud textualmente- nos “soborna”  menguando el sentido egoísta de la ensoñación  con la prima de placer  formal, escenificando sus fantasías.

Funciòn de lo ominoso



Entonces pareciera una contradicción con lo que comentamos del arte que procura disfrute ante lo  inquietante y siniestrode Bachero ¿ cómo explicar esta aparente paradoja? En este punto recuerdo a Igmar Bergman quien decía en una entrevista que él veía caminar alrededor de él a la Muerte y que si no fuera por sus películas, él enloquecería. Que hacer Arte le ayudaba a objetivar, cristalizando en imágenes, sus fantasías. Shelling decía de lo siniestro que es aquello que   "estando destinado a permanecer en el secreto, en lo oculto, ha salido a la luz"….





Freud decía por ejemplo,  que  la angustia por los ojos, la angustia de quedar ciego es con harta frecuencia un sustituo de la angustia ante la castración".Esta reflexión la hacía a propósito del cuento de Hoffman, “El hombre de arena”, que cuenta la historia de un hombre atormentado cuyas aventuras  amorosas trágicas, eran resultado de unos terrores infantiles en relación a un padre sumamente severo. Pues bien, Hoffaman utiliza sus pesadillas  como materia prima para su producción intensamente creativa.  Este prusiano inspiró a Edgar Alan Poe y a Lovecraft. Ahora lo tenemos a Stephen King, a Tolkien .  Ray Bradbury, por ejemplo,  con su “Pais de octubre” nos pinta su imaginario tenebroso y nos da placer al encontrarnos y poder enfrentar a  nuestros miedos gracias a que él los pone a dramatizar y a sufrir a otros ( que nos ahorra a nosotros ser los protagonistas). Así Bachero nos regala sus ensoñaciones y todos nos vemos allí, en el lado en que no nos gustaría vernos, pero “como les sucede a otros”, se digiere mejor.  





Es más, parafraseando a Freud, Bachero  nos soborna y anestesia y encanta con su estética transgresora y espléndida! 

martes, 24 de mayo de 2016

"EL FANTASMA FUNDAMENTAL EN LA HISTERIA Y LA NEUROSIS OBSESIVA"


INTRODUCCIÓN


César Medina fue un psicoanalista paraguayo radicado en Rio de Janeiro, Brasil. Era arquitecto inicialmente, empezó su análisis en el vecino país y terminó siendo un analista prestigioso que perteneció al grupo lacaniano-milleriano del EBP - Escola Brasileira de Psicoanálise, fundada por Miller en 1995. 

Venía periódicamente a Asunción donde tenía grupos de estudio y muchos analistas hoy le debemos escritos muy claros de su Enseñanza , amen de resultados espectaculares en sus procesos terapéuticos, debido a una intuición de "médium" que lo hacía excepcional. Tuvo una muerte prematura, pero los colegas paraguayos seguimos abrevando de su obra, tan clara y rigurosa. 

A continuación, les presentamos uno de sus trabajos: 

"EL FANTASMA FUNDAMENTAL EN LA HISTERIA Y LA NEUROSIS OBSESIVA"

César Medina

El fantasma ($‹›a) es un articulador del sujeto a su goce más fundamental, más allá del principio del placer.  También es la formación que presentifica el como un dado sujeto, recubre y vela a dicho goce (lo real imposible de la satisfacción pulsional).  Se constituye y funda como una repuesta a la falta estructural constitutiva sl campo del Otro del lenguaje (Ⱥ), a su incompletitud significante, es decir, al hecho de que siempre falta un significante capaz de sustentar el goce absolutamente satisfactorio en la relación sexual, en las vías de lo simbólico del lenguaje con su estructura de ficción.  El fantasma fundamental por un lado apunta a esta falta de estructura y trata por otro de recubrirla.

Este agujero (trou) en la estructura simbólica sitúa una falta en ser (el ser del goce pleno) fundamental y con esto, a un punto de angustia primordial, a la cual responden la fantasía y el síntoma, que son significantes y tentativas  de interpretación, ciframiento de dicha falta ineludible al sujeto humanizado por el lenguaje, el parletre.

El objeto “a” lacaniano es el indicador de la presencia de dicha falta en la estructura simbólica, punto éste de angustia, de causa del deseo y del goce, más allá del principio del placer.  El fantasma es así, la presencia de una articulación específica y singular de un sujeto referido al objeto ($‹›a).  Las estructuras clínicas son por este motivo, el efecto y la consecuencia de esta articulación fundamental de un sujeto a su goce más esencial y lo intolerable del mismo, que sólo se hace presente en la vida cotidiana gracias a los recubrimientos ficcionales y al síntoma, que sin duda es portador de un potencial de angustia y goce mucho más tolerable al sujeto.

Una de las cuestiones, inminentemente clínica, es la de pensar y situar la articulación entre fantasma y síntoma.  En mi trabajo sobre la letra y la toxicomanía hice uso de las indicaciones de Miller a este respecto, situando al síntoma en el lugar del rombo, como aquella que permitiría que sus elementos se mantuviesen atados, lo que volvería posible la satisfacción pulsional en el campo del Otro del Placer.  Lo que nos indica cuál puede ser una de las funciones estructurales el síntoma, articular el goce en el capo del placer-displacer.

ARTICULACIÓN POSIBLE ENTRE SÍNTOMA Y FANTASMA
Síntoma
$ ‹s(A)› a

Histeria y Neurosis Obsesiva son estructuras del ámbito de las Neurosis, en las cuales es posible afirmar que el síntoma opera en su debida función articuladora del fantasma fundamental del sujeto en función de satisfacción substituta (metáfora dirá Lacan).  Por otra parte sabemos que la metáfora esencial, la M.P. es la efectivización de la substitución o significación fálica para el goce.  Medio este de acceder la principio del Placer-Castración que regula al goce en el sistema simbólico del inconsciente.  Esto nos permite afirmar que es la Metáfora Fálica donde opera el principio del Placer Castración que regula al goce en el sistema simbólico del inconsciente.   Esto nos permite afirmar qe es la Metáfora Fálica donde opera el principio de la castración, la que permite sustentar algún goce  posible en el sistema significante, el de los signos de placer-displacer.   Que la función paterna  esencial es la  operadora de esta posibilidad de articular una gran parte del goce en placer y sistema deseante inconsciente,  y que solo hay substitución posible, a partir de la incidencia del principio del placer-castración.  Este referente permite que el goce se regule  y la falta se signifique como falta fálica. Pero…, No-Todo es asimilable a este referente simbólico del goce y su falta, por éste motivo podemos decir que las estructuras clínicas son respuestas a esta incompletitud del campo simbólico-fálico-placer de la simbolización.

El sujeto neurótico responde a éste hecho estructural, con quejas, dudas, resentimientos, desilusiones etc., es decir, con síntomas que giran siempre alrededor de un cierto empeño de restauración fálica de este Otro agujereado, de su presencia en la castración simbólica e imaginaria.

La fantasía fundamental a su vez, al responder al Otro tachado y en función al velamiento del goce imposible de soportar  lo hace con significación fálica de la falta en el Otro, responde en éste sentido a la falta como significada en cuanto a castración.  Por este motivo decimos que en la neurosis el sujeto se defiende de la castración y su angustia con formaciones sintomáticas fálicas que tratan de evitar la presencia de la referida falta estructural en el campo del Otro, causa de la angustia fundamental, del deseo y del goce articulado al lenguaje.  En las neurosis la angustia fundamental ya se presenta como angustia de castración, la falta ya sufre de simbolización fálica.

En la neurosis, si llevamos en consideración lo indicado por Miller en relación al lugar del síntoma en la fantasía como respuesta estructural, el síntoma, que en el fantasma ocupa el lugar del rombo parece ser reforzado con la significación fálica del objeto.


FANTASMA ESTRUCTURAL

$‹s(A)›a

FANTASMA EN LA NEUROSIS

Falo positivado
$  ‹  castración  ›  (+φ)
Negación de Castración

Esto quiere decir que la neurosis es una respuesta defensiva a la incidencia del sentido de la falta como Falo-Castración y que realiza síntomas y metamorfosis fálicas para no querer saber de la falta estructural contenida en el fantasma fundamental.  El fantasma neurótico al mismo tiempo que sustenta la castración la niega.  Esto corresponde a lo que Freud designaba como “fantasías perversas del neurótico).  La neurosis es en condición de castración.

Tendríamos entonces que pensar lo que es el síntoma en función estructural y diferenciarlo del síntoma neurótico.  Esto se hace posible si llevamos en consideración{on lo expuesto en relación a las dos maneras indicadas de presencia del fantasma.  Podríamos concluir diciendo que el síntoma no es siempre neurótico, que es una formación de estructura y que adquiere la condición neurótica a partir de una manera específica de operar en el fantasma.  Esto es algo que puede ser fundamental en una dirección de la cura y en la posición de una ética del analista que la dirige.


EL FANTASMA EN LA NEUROSIS HISTÉRICA
Podemos afirmar que la histeria es una formación defensiva encubridora del fantasma fundamental.  Que las fantasías histéricas son respuestas ficcionales o deseos de un todo fálico para recubrir la falta, que en el fantasma histérico, es significada como castración.  Estas fantasías siempre fracasan en lograr  su objetivo pleno lo que lleva a la implementación de recursos y refuerzos sintomáticos, es decir, al síntoma histérico, la insatisfacción, la queja etc. (por no encontrar el Todo – Fálico – Positivado).

Lacan sitúa al matema del fantasma fundamental de la histeria (Sem. VIII, La Transferencia), en los siguientes términos: “a sobre menos phi, en su relación con el A”.  Esto nos esclarece que la función del fantasma es la de establecer la posición del sujeto al tener este que articular su goce al campo del Otro simbolizante.
     deseo



En este matema tenemos de su lado izquierdo en el lugar del sujeto, al objeto de la falta estructural significado por la operación Falo-Castración (en estado de represión, característica esta de la defensa histérica) el cual, se articula por el rombo al gran Otro del lenguaje y lo simbólico (A).  Otro que en la histeria es llamado a presentarse (se lo desea) como completo y sin fallas, es decir, fuera de castración y que corresponde a un apelo por el padre de excepción, al amo absoluto, o a una estructura simbólica sin falta de significante y totalmente autosuficiente.  

En este sentido podemos decir que el deseo histérico es deseo por otro pleno, y que en esta neurosis esta intención se sustenta con el deseo por el falo todo-positivo lo que necesariamente trae como consecuencia a la presencia del deseo como insatisfecho y a las quejas y desilusiones sintomáticas.

Equivale        Falo todo+
A------------›(+φ)

Todo esto es fundamental para situar la condición de amor y el deseo en dicha estructura neurótica.  También es muy valioso para indicarnos el lugar del analista en el campo transferencial que el sujeto histérico nos propone en la clínica.  La satisfacción en denunciar las fallas y las faltas de ese Otro- Amo o Señor, es decir en apuntar su castración.  Esto corresponde un poco a lo que Freud indicaba con la bisexualidad histérica, aquella en que una mujer se presenta tapando y mostrando los órganos genitales (su castración)y que Lacan sitúa como división estructural del sujeto humano.  El sujeto del deseo es siempre dividido.
¿Dónde situar entonces al sujeto dividido o tachado que no está escrito en su fantasma fundamental?  Claro que ya lo dijimos que el lado izquierdo del matema, donde lo que Lacan escribe es la causa de su división y su desaparición (afánisis).  El objeto de la pulsión que al ser significado en el inconsciente como castración, hace inscripción de la falta, pero no la resuelve…, no como a ella le gustaría.

Esta parece ser otra de las características esenciales del fantasma neurótico, el de no sustentar la presencia del sujeto tachado del deseo, el cual se mantiene presente en el fantasma fundamental, aunque sea de forma puntual y en los instantes de travesía.  En estos momentos parece ocurrir una especie de desubjetivación que afecta conscientemente a un sujeto, lo que puede darse cuando un sujeto se hace responsable por un cierto intolerable de su goce pulsional.  Sin la incidencia de una responsabilidad subjetiva no tendríamos como situar la posición de una ética del deseo.  Por tanto, es menester que exista desubjetivación concomitante con una posibilidad de responsabilidad del sujeto por su goce, para que un sujeto se resitúe en relación a su fantasma y por tanto de su goce en posición ética.

La fantasía histérica neurótica es así una de las maneras que un sujeto puede encontrar para librarse de una ética, es decir de una responsabilidad por sus deseos y consecuencias.  El síntoma es así un medio de gozar irresponsablemente, y si el Gran Otro no fuera tachado, eso sería posible.  Es la apuesta histérica que destinada al fracaso, no para de insistir…


EL FANTASMA OBSESIVO
E fantasma obsesivo se sitúa en una cierta oposición al de la histérica.  Lacan lo indica en los siguientes términos:

A ‹› φ (a´, a´´, a´´´,…)

Se observa que en el lugar que corresponde al sujeto se presenta el Otro tachado, y que en el lugar el objeto “a”, surge el falo en condición de objeto en deslizamiento metonímico.  Algo que me parece debe ser entendido como medio de recusar la presencia metafórica del significante falo, es decir su función substitutiva del objeto pulsional  sustentada por la incidencia del Nombre del Padre.

También se constata a partir de este fantasma que el lugar del Otro en el campo de los vínculos sexuales será siempre ocupado por el falo.  Manera ésta que un obsesivo encuentra para no enfrentar a una mujer como causa de su deseo en más allá del todo fálico.  La neurosis obsesiva es en este sentido una manera de sustentar una sexualidad toda fálica.  Esto podría llevarlo a tratar una mujer, no desde una posición de hombre, sino en un cierto de igual para igual, es decir en posición homosexual.  Existe en la posición obsesiva del sujeto la busca del Otro excepcional, el padre gozador y de excepción de la horda primitiva, que corresponde al lugar del todo fálico fuera de castración.  El padre del goce, en contraposición al padre edípico del deseo y de la histeria.  Buscar a éste padre, que no puede tener existencia a no ser en los antojos maternos, es la manera obsesiva de no querer saber de la castración y de mantenerse muy próximo a un real de goce, insoportable, al no presentarse regulado por el principio del placer y del deseo.  Esta es una de las maneras de cómo se puede interpretar su fantasma, correspondería este al intento de construcción de dicho padre (Otro) que goza con un falo metonímico y así no se presentaría como sujeto a la castración.

Una de las consecuencias de esta posición es la de que el deseo se vuelve imposible en la medida que solo se desea en condición de castración, por otro lado un padre solo puede ser agente de dicha castración si el propio, está en castración.  Existe por tanto empuje al goce en el obsesivo, esto en la medida que reniega al padre castrado-castrante, y se arregla con este mandato, colocándose como un servidor y esclavo del superyó que se presenta como punidor y culpabilizador implacable.

A la falta de un signifícate en el campo del otro S(A), a la falta estructural o castración inherente a lo simbólico, el obsesivo puede responder tratando de colmar el intervalo significante con eso que Lacan llamó en el Seminario VIII “presencia real”, es decir, el falo como revelador de lo real del goce, como significante de goce y no más como significante de la falta que causa al deseo.  Con esto lo real imposible podría volverse posible y tenemos allí indicado el punto de extrema angustia a que un obsesivo puede llegar.  Es por otro lado el precio que paga por querer ser y tener el falo al mismo tiempo, se rehúsa así a someterse a la lógica de la castración del inconsciente: si tengo no soy, si soy no tengo. Otra manera esta de empeñarse por el TODO, para así recusar al objeto perdido como causa del deseo y de la propia diferencia de los sexos.

Esto también puede indicarnos  porque se vuelve tan relevante en estos casos, el superyó y el rebajamiento del deseo a nivel de la demanda.  Tanto el uno, cuando la dicha demanda, se aproximan más de lo pulsional que el deseo, lo que lleva a formaciones sintomáticas y respuestas de garantía más duras e inflexibles. En general, el obsesivo tiene a interpretar los significantes del deseo el Otro como signos de demanda.  Todo se reduce a una cuestión de saber entender lo que el otro quiere y se reduce a una cuestión de saber entender lo que el otro quiere y ofrecerle el objeto como siendo el objeto demandado, de esta manera no necesita llevar en cuenta al objeto que causa el deseo del Otro, al final, el cree que sería posible saber todo lo que ese otro quiere, es decir, con qué goza y así va ofreciendo objetos y saberes por doquier, en el fondo lo hacer, para que ese otro no lo trague a él mismo.  Por éste motivo pueden ser tan gentiles, atenciosos ofertadores y por otro lado retentivos, jopy o controladores.  Esto en la medida que sabemos, que la mayor convicción de estos sujetos, es la de que ellos sería el objeto privilegiado del goce materno, lo que puede ser muy amenazante…. Y exigir muchas pesadas formaciones sintomáticas defensivas. 

La identificación paradojal del obsesivo es esta de identificarse al significante falo como significante del goce (del Otro materno).  Lo que puede lleva a un máximo o exceso de un narcisismo neurótico y a un extremo posible de angustia neurótica. 

Su fantasma es de una formación defensiva en relación al fantasma fundamental donde el mismo objeto pulsional que causa goce al ser tomado en lo simbólico debe poder causar deseo.  Como sabemos , para que el objeto cause deseo, debe posicionarse en condición de falta y si el obsesivo(a) cree que puede interpretar todo lo que la falta quiere en el Otro… y llegar a identificarse en el lugar de lo que falta….., la cosa puede después de algún tiempo ponerse muy argel o fea.

Se podría entonces entender su fantasma así:

                  Che voi?, qué me quiere?                (Yo sé lo que el Otro quiere)
A‹›φ(α, α´, α”….)
           (hago esto para que no me devore, es decir me                  mate,  le doy muchos objetos…. O nada)

César Medina
Río/10/10/98

P.S.
Esto de pretender saber demasiado sobre lo que el Otro quiere, puede llevar a cada cosa…. Uno de nuestros colegas en ASU una vez creyó saber tanto lo que yo quería… que me cerró la puerta… porque se sintió muy cargado con mi deseo… Es decir interpretó deseo como demanda y me mandó a la M…. Me gustaría decirle alguna vez, que deseo por principio no cargan a nadie, es decir, no es necesario cargarlos a los $ del deseo para librarse… de la amenaza del goce.



lunes, 16 de mayo de 2016

¿Resonancia magnética o resonancia semántica?

¿Resonancia magnética o resonancia semántica?


Por Hugo Espínola Morel



El tema a desarrollar, determina o por lo menos lo debería - el titulo del mismo. Pero éste muchas veces es una cuestión difícil, y me recuerda a Miller cuando se refería a Lacan en “Todo el mundo es loco”, pues me imagino que le habrá resultado difícil hablar esto con su suegro.

Me refiero a cuando en una ocasión Miller entrevistó al biólogo Jean Pierre Changeux, y antes a otro biólogo Jean- Didier Vincent quien acababa de publicar “Su viaje extraordinario al centro del cerebro”. Este libro, trata en parte sobre reflexiones del inconsciente y sobre Freud y vale decir que este biólogo le caía bien a Miller hasta le resultaba muy entretenido pues uno no se aburre ni un segundo con él. También habla, al pasar del genio de Freud,y del de Lacan, pero eso para que no se le vaya a buscar pelea. Este entrevistado decía que a los psicoanalistas faltaba imaginación, reprochándoles porque no hicieron nada cuando el cognitivismo empezó a crecer. Por qué no intervinieron, por qué no dijeron lo que tenían que decir, y pensó Miller que tiene razón, no lo tomamos demasiado en serio .  

Es así que en Ornicar entrevistaron al otro biólogo aunque no cognitivista Jean Pierre Changeux , quien le presentó a Miller el  texto establecido en su laboratorio del instituto Pasteur.  Y Miller le dijo que le gustaría ponerle como título “El hombre neuronal “Es un hermoso título – le dijo Changeaux y posteriormente encargó después de un proceso,un libro que se llamara “El hombre neuronal “que después se convirtió en un best seller histórico y de hecho Changeux , menciona muy amablemente que Miller es el inventor del título. 

Jean Didier Vincent dice que no sabe cómo vender su libro “Viaje extraordinario al centro del cerebro“ y Lacan presenta su libro y vean el título que usa “Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los escritos “, un título que pareciera hecho para desalentar incluso al pronunciarlo. A propósito de nombres atractivos para la venta con Lacan la diferencia es muy notoria, Miller tiene un relato gracioso sobre un libro de Lacan conocido como “Radiofonía y Televisión”.  Discutiendo el nombre, le dice Miller un poco a la ligera,   llamarle “televisión “ si están en la televisión y “Radiofonía” si están en la radio. ….Lacan dubitativo le pregunta ¿Y Ud, cómo lo llamaría? Le llamaría “el arte de vivir”, le responde su interlocutor, nombre que hoy en día hasta podría ser el nombre de una mueblería…..Lacanse negó a tal nombre porque le dijo que su alocución no tenía nada que ver con tal cosa. ¿Qué te parece? – le espeta Lacan a Miller. El tema quedó ahí y a la mañana siguiente, le llama Lacan a Miller y le dice: “No, déjalo nomás como Televisión. Entonces subraya Miller, me hace pensar en esas chicas lindas que se afean para que se la deje tranquila,es que los textos son realmente atractivos y Lacan, por malo les ponía títulos nada sexys, son imposible, digamos que son áridos, repelentes.   Esto a manera de anécdota,y tratando de justificar el título de mi trabajo y retomaré el asunto que quiero presentaros. 



No hay dudas que esto de las neurociencias es fantástico,y la tecnología que desarrolla, como la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), es realmente maravillosa ver al cerebro prenderse y apagarse como si fueran luces de navidad. Tomas algo y se activa ésta o esta otra zona y nadie duda además que tendrá sus utilidades prácticas como técnica de diagnóstico. El viaje extraordinario al centro del cerebro es extraordinario, claro está , encontramos allí cosas maravillosas –dice Miller- pero lo es sobre todo por todo lo que no encontramos “como podríamos encontrar la relación sexual “?, no existe . El pensamiento no está en armonía con el alma, es una función distinta que desorganiza las funciones del alma-cuerpo. Y por eso a pesar de todo su sistema, no logra inscribir realmente el deseo sexual al lado de los circuitos hipotalámicos del deseo de comer, no funciona en el mismo nivel, en el del hipotálamo, digámoslo sin miedo, no funciona de la misma manera.  Según las neurociencias el SBI( sistema biológico de incentivos) nos dice con qué comportamientos seremos recompensados y por cuales sancionados. Este SBI está inscrito en lo más profundo de nuestro ser, algo así como si lo llevásemos de serie. Para que pueda ser considerado un buen sistema debe presentar las recompensas como deseables y las sanciones como indeseables.  

Ahora bien estamos en condiciones de preguntarnos cómo este sistema resuelve la paradoja de sentir placer con el dolor, como en los casos de masoquismo, o en aquellos que aman a sus síntomas como así mismos.  Las nuevas tendencias, y el maridaje neurociencias, cognitivismo, tecnología sirve también para los grandes proyectos que logran sacar grandes ganancias económicas como por ejemplo , un monstruo que se llama  Neuro Spin donde se va a observar qué áreas del cerebro se prenden cuando se hace una u otra cosa y nos va a dar resultados increíbles porque sabremos determinar exactamente que colores dar a la caja de jabón en polvo para que tengamos aún más ganas de comprarla.  Al leer todos estos fabulosos descubrimientos, nos da la sensación que los problemas humanos están resueltos, Se logró aislar al deseo, logramos ubicarlo tan exactamente, que podemos sólo con un tratamiento con laser eliminar esto que tanto nos tiene a mal traer, lograremos la completud al final y la felicidad tan anhelada . 

Les presento un anuncio publicitario interesante de un tratamiento aunque acá se refiere a la “necesidad “ de consumir tabaco´, y en otras ocasiones habla del deseo de fumar; es justo hacer la salvedad de entender si el concepto de necesidad es sinónimo en este caso al concepto de deseo como nosotros lo entendemos. Pero de igual manera creo que el ejemplo vale. El tratamiento consiste en aplicaciones de láser para estimular puntos cerebrales que se corresponden con la zona del hipotálamo, donde se dispara la necesidad de consumir tabaco. Al estimular esta zona del hipotálamo, éste segrega endorfina que actúa adormeciéndola y así el cerebro no da la orden que obliga al adicto a consumir, por lo que no se produce esa necesidad compulsiva que puede llegar a “enloquecer” al paciente.  Pero he aquí la simple condición:    Los resultados son realmente buenos, siempre y cuando el paciente tenga el “real deseo” de abandonar el cigarrillo.y esto me recuerda aquella cita bíblica: “si tu ojo  o tus manos te hacen pecar arráncatelos “ 


¿Que tenemos nosotros los psicoanalistas para hacer frente ante tan concreta y avasalladora técnica de la resonancia magnética?  En las polémicas discusiones hechas desde la epistemología,nos ha llevado por caminos trillados y variados, para buscar ubicar al psicoanálisis dentro de las ciencias , Tal vez con la secreta ilusión que alguna vez logremos  pactos de coexistencia con otras ciencias para ser reconocidos miembros con plenos derechos de la gran familia de las ciencias.  Lacan, asevera Althusser , tuvo que despojar al psicoanálisis de la opacidad provisional producida por los paradigmas científicos operantes de la época gracias a lo cual , el Psicoanálisis se encuentra hoy esclarecido por la luminosidad que la lingüística estructural arroja sobre su objeto.  Esto significa que con el psicoanálisis se dio una ruptura epistemólogica con las ciencias naturales, y nos deslizamos hacia el campo de la antropología estructural y la lingüística. Más allá de lo que Popper en su Post scriptun a la lógica de la investigación científica asevera, “que esto es un cometido serio, que no tiene nada que ver con los subterfugios verbales. Mi argumentación -dice- será más en un plano cosmológico: hablaré del carácter de nuestro mundo en vez de hablar del significado de las palabras”. Aunque Wittgenstein, su contrincante con atizador no estaría tan de acuerdo con esto. 
                   
Si bien es cierto que Freud ya había dicho que todo está sujeto al lenguaje, Lacan corrigió el rumbo que el psicoanálisis estaba transitando, camino que nos llevaba a un callejón sin salida, para decir que el “inconsciente está estructurado como un lenguaje, y a partir de esta nueva visión, los paradigmas científicos basados en el método experimental fueron inadecuados para estudiar su objeto de estudio. He aquí que nuestra técnica será desde luego diferente al de la Resonancia magnética.  Enrique Acuña en su libro “Resonancia y silencio “ , el Organismo-organo – cuerpo : el goce no medible , nos dice que hay al menos dos cuerpos , uno puro organismo y otro de la incorporación del lenguaje , ya Freud demostró que hay una incidencia del lenguaje sobre el organismo transformando sus afectos en efectos del lenguaje,  Este cuerpo que goza no llama entonces a ser calibrado,medido,rediografiado por la técnica médica, no demanda curación. La posición del médico y el ascenso de la ciencia se oponen al psicoanálisis como práctica, como práctica del deseo no de la demanda.  



Acá ya entramos en terreno de lo subjetivo de lo singular, de lo que escapa a las leyes universales que buscan homologar el fenómeno humano en dichas leyes, y para Freud, toda la arquitectura subjetiva no es sino el efecto del constante e infructuoso anhelo del deseo en pos de su imposible satisfacción- dirá Milmaniene. La condición humana lleva la marca del fracaso de toda realización desiderativa, de forma tal que el cumplimiento del deseo no habrá de producirse jamás, lo que garantiza de modo absolutamente eficaz la permanente actividad subjetiva.  Podemos asegurar entonces que para el psicoanálisis, la palabra es su instrumento y su técnica para explorar lo que la resonancia magnética es para las estructuras anatómicas. Por el lenguaje se extravía y se transforma el cuerpo y por la palabra llena de sentido seremos liberados.   Y frente a una crisis de angustia de un paciente y replanteando la pregunta de Milmaniene muy pertinente por cierto ¿tolerará el sujeto la curación, dado que esta supone resignar el goce y trocarlo por la palabra?. O por el contrario, ¿claudicará e intentará inconscientemente resolver su angustia a través del síntoma o del acting? 

Bibliografía:

  • Jacques-Alain Miller. Todo el mundo es loco, Paidos , Bs/As
  • Karl R. Popper. El universo abierto, Tecnos, Madrid
  • José E. Milmaniene. El goce y la ley, Paidos, Bs/As
  • NolascAcarinTusell, El cerebro del rey, RBA, Madrid
  • Jacques Lacan, seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paido,
  • Enrique  V. Acuña. Resonancia y silencio, Edulp, La plata
  • Louis Althusser. Freud y Lacan , Cuadernos anagrama, Barcelona
  • Sigmund Freud. Mas allá del principio del placer, psicología de las masas y análisis del yo, Amorrortu, Argentina
  • Carlos LogarttGrabner. Neurobiología del deseo y el placer, asociación educar, UNLP
  • Miquel Bassols, Psicoanálisis, Ciencia y Real, Virtualia.eol.org.ar
  • Isabel Martin Ruiz. Tesis doctoral, El deseo en la novela posmoderna, Universidad Complutense de Madrid
  • Asismedlife, Revista de salud , Paraguay