Para la
clasificación de las enfermedades mentales, Sigmund Freud empleó las categorías diagnósticas según los saberes de su época aunque es sabido que
le dotó de modificaciones sustanciales, propias de su genio creador. La práctica de la
cura estaba basada en la psiquiatría de entonces y por tanto fuertemente permeada
por los referentes culturales reinantes
muchos de ellos totalmente superados hoy. No obstante si bien parte con el lastre de la
nosografía psiquiátrica, justo es admitir que Freud le dotó de una etiología
pluricausal y una dinámica inédita, según el juego de los mecanismos de defensa
operantes con las instancias psíquicas.
Es importante por ejemplo que se
remitan a la primera publicación de 1895 de los doctores Josep Breuer y S.
Freud: “El mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos, comunicación
preliminar”. Allí vemos cómo Breuer insiste en una clínica descriptiva y
monótona mientras Freud hace una ruptura memorable cuando dice “el histérico sufre de reminiscencias”. O
sea, la causa del mal no es necesariamente orgánica, rompiendo así con dos mil
años (desde Hipócrates) de discurso
médico. Rompe también con los saberes constituídos cuando en “Tres ensayos para una Teoría Sexual” en
1905, Freud parte de los tratados de Krafft-Ebing y Havelock Ellis quienes escriben libros abultadísimos con miles de perversiones
sexuales, acortando y localizando los
observables solamente según dos
categorías: objeto y fin !! Partiendo de todo el alud de perversiones
descriptos por estos psiquiatras (parecido ahora a la presentación de los DSM*,
que confiere cierta identidad a síntomas coherentizados por un nombre
“científico”), Freud fue investigando hacia atrás en el desarrollo del infante
humano, notando que hay extravíos y
bifurcaciones propios de cada sujeto
desde su mismo nacer, cosa que le lleva al descubrimiento de
la Pulsión. En efecto, desde el origen constata
un descarrío de la Naturaleza en favor del Lenguaje, que desde entonces será la brújula que nos
dirigirá en un mundo altamente significantizado en el que nos zambullimos desde
el nacimiento. El animal es inalterable en cuanto a que sigue sus esquemas
comportamentales heredados. Mas el humano, a causa el Lenguaje, tiene el “menú”
de su lengua que con su metamorfosearse en metáforas y metonimias le oferta un mundo casi
infinito de posibilidades de acción , emoción y pensamiento!!!
Volviendo a su nosografía, Freud
estudió aquellas afecciones mentales que
le resultaban accesibles a su escucha y distinguió Perversiones, Neurosis
, Psicosis y Neurosis actuales, aunque
fue haciendo modificaciones según sus hallazgos teóricos y clínicos.
Es
importante tener en cuenta que Freud limitó las categorías diagnósticas basadas
en constelaciones dinámicas y le buscó
un criterio central, cual es el Complejo de Edipo para las neurosis, las
perversiones y para algunas psicosis.
Características:
Como decíamos, la cantidad
inmensa de fenómenos los agrupó en pocas estructuras y cada una de ellas
consiste en una constelación identificable por un tipo particular de conflicto
y su modo exclusivo de defensa: para la
Perversión, la denegación; para la Neurosis, la represión y para la Psicosis,
el repudio. Constan además, entidades teóricas,
no intuíbles, clásicas ya del
vocabulario freudiano como ser: las pulsiones, las instancias psíquicas,
los mecanismos de defensa ect.
No hay clasificaciones
definitivas y es así que van apareciendo casos inclasificables, lo cierto es
que la Teoría y la Clínica son momentos diferenciados pero que se influyen al
punto que no existe Teoría sin clínica y viceversa.
La Teoría se examina contantemente y cada
caso aún en su singularidad ,enriquece o cuestiona los saberes constituídos. De
modo que todo está en cambio, al punto que los conceptos que estudiamos son
anticipaciones o retroacciones de momentos anteriores o que vendrán. Esta
dialéctica nos pone en el camino de un saber que no es dogma sino que nos constituye
a cada uno de nosotros en un autor posible de este – al decir de Althousser-
apasionante trabajo de “práctica-teórica”.
*Manual diagnóstico y Estadístico
de las trastornos mentales DSM